Enseña Chile
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Testimonio de Constanza Solar, ingeniera comercial de Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y parte del Programa de Liderazgo Colectivo de Enseña Chile. Actualmente hace clases de Matemáticas en el Colegio Casteliano de Viña del Mar mientras se forma en liderazgo pedagógico, personal y sistémico. 

«Lo que me moviliza de la educación es el poder aportar a la comunidad y al país con algo que a  me apasiona. Me gusta mucho enseñar y sé que puedo aportar con mis conocimientos, lo que he aprendido en mi carrera y lo que he estado aprendiendo en Enseña Chile. Apoyo a los niños, niñas y adolescentes a quienes les hago clases para que puedan ser agentes de cambio y lograr sus metas. 

En la universidad fui ayudante y ahí me fue muy bien. Tenía muy buena llegada con mis compañeros, les gustaba como hacía las ayudantías, incluso hice clases particulares. Cuando salí de la universidad, partí haciendo clases en Ingeniería Industrial vespertino de otro establecimiento. Mis estudiantes eran adultos, tenían la edad de mis papás. Ellos me decían, profe, usted tiene que hacer clases siempre, usted tiene pasta para esto, no lo pierda y justo Enseña Chile se iluminó en mis redes sociales. Sabía que era complicadopero mis cercanos me apoyaron. Todo funcionó muy bien y quedé seleccionada 

En la sala de clases he descubierto que hay una diversidad impresionante en la educación, tanto en la enseña por parte de los profesores, como en la brecha socioeconómica que uno ve entre los colegios. Se necesita mucha ayuda. En lo personal, he aprendido de liderazgo y trabajo en red. Cuando estaba en la universidad me decían que era una buena líder, pero ahora lo potencio: tengo que ponerme en muchas situaciones distintas, tomar decisiones muy rápido y a veces solo queda la opción del trabajo en red. Es impresionante como poder tener personas cerca tuyo que te apoyen genera un mejor trabajo, mucho más eficiente.  

Mi paso por la PUCV ha sido clave en este proceso. La cercanía con los profesores es algo que destaco, uno los encontraba en su oficina y podías ir a hacerles consultas. Incluso este año yo iba a hacer un taller de educación financiera en el colegio y me iban a ayudar de la universidad. Este apoyo y cercanía de profesor y estudiante no se da mucho en la educación superior, por eso yo lo agradezco. La verdad es que tengo muy buenos recuerdos sobre los vínculos y la calidez de las personas. Se notaba que todos eran bien preocupados y eso ayudaba mucho a que uno tomara mejor la enseñanza.  Son un ejemplo para mí ahora.

El paso por este programa es un desafío duro. Uno a veces se pone una barrera y piensa ‘me dicen que es posible pero quizá no lo va a ser tanto’. Pero después de pasar un año en la sala, es impresionante ver cómo las afinidades propias de cada profesor de Enseña Chile han podido llegar a sus estudiantes y generar cambios significativos. Lo importante es trabajar por ellos y ser super persistente, no frustrarse si a uno le sale algo mal. Cuando uno empieza a ver resultados es el mejor regalo que se puede tener. 

Cuando me preguntan cómo aporto al país, yo digo que me esfuerzo cada día en hacer clases, en que mis estudiantes puedan darse cuenta de que son capaces de lograr todas sus metas y de que no porque vivan donde vivan o estudien donde estudien no lo van a lograr. Que sí es posible hacer un cambio y que al final uno se tiene que hacerse cargo y perseverar porque esa es una forma de lograr las cosas». 

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