Enseña Chile
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Un estruendo en el patio interrumpió repentinamente el taller que realizábamos con directivos hace unas semanas. En unos segundos, los docentes se levantaron y corrieron a detener una pelea entre estudiantes que se estaba desarrollando afuera. Riñas, conflictos entre estudiantes, acusaciones de abuso, discusiones entre docentes, son, desafortunadamente, situaciones que ocurren en las comunidades escolares. Como equipo hemos tenido la oportunidad de visitar en terreno a comunidades escolares de todo Chile y bastan menos de 5 minutos de conversación con cualquier directivo escolar para que nos mencione algún tipo de violencia vivida en su establecimiento desde el inicio del año escolar de forma presencial.

Algo que les preguntamos a los líderes escolares es ¿qué cree usted que puede hacer al respecto? Esta pregunta no busca encontrar responsables, ni identificar culpables, sino poder diferenciar entre lo que está bajo su control, y lo que no. Cuándo, cómo y con qué intensidad se producirá la próxima situación de violencia realmente es algo que nadie pueda predecir. Pero, lo que sí está bajo el control de los líderes, es cómo reaccionarán cuándo ese evento suceda, y lo que harán de manera constante entre la comunidad educativa y estudiantes para prevenir que sigan ocurriendo.

Cuando exploramos en esa conversación con los directivos, rápidamente han llegado a conclusiones similares: la importancia del vínculo entre la comunidad escolar para buscar soluciones en conjunto. Hoy, las directrices centralizadas y protocolos rígidos son sólo andamios y estructuras que no solucionan el problema ni lo previenen. Generar los espacios para abordar estas temáticas; levantar evidencia diversa respecto de los hechos de violencia o de la percepción de la cultura escolar que se vive en el establecimiento; priorizar el cuidado de los estudiantes por sobre los resultados académicos; y transmitirla a todo el cuerpo docente y asistentes de la educación, es lo que causará la diferencia.

Estar en terreno y mirar a los ojos a estos directivos permite tomar una perspectiva diferente del problema, y cuando las situaciones son graves se hace más urgente generar y promover constantemente espacios de encuentro. Es la conexión entre seres humanos y enfocarnos en abordar los problemas en conjunto, con un propósito claro y orientado en lo que sí está bajo nuestro control, lo que permitirá llegar a soluciones sostenibles y pertinentes a lo largo del tiempo.

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Francisco Contreras Canteros
Director de Colegios que Aprenden
Fundación Enseña Chile

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