Enseña Chile
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Laura López, estudiante de 15 años que cursa segundo medio, alcanzó a estar solo una semana presencialmente en la sala de clases del Complejo Educacional Federico García Lorca en Renca. Había pasado cerca de un mes desde que llegó a Chile junto a su madre provenientes de Colombia. Fue una semana difícil. Le costaba entender lo que decían sus compañeros y profesores. Justo ahí comenzó la educación a distancia debido a la pandemia.  

«No alcancé a tener amigos. Cuando comenzaron las clases virtuales no me sentía bien, no conocía a nadie y no sabía nada. Con la educación a distancia yo no era capaz de conectarme a las clases porque no dormía bienDecidí dejar el estudio, irme a Colombia y retomar allá», cuenta Laura. El plan era volver a Colombia para vivir con su padreSin embargo, las fronteras estaban cerradas debido al coronavirus sin una fecha clara de reapertura.  

Desde el colegio se dieron cuenta de que Laura no se conectaba a clases y la inspectora del establecimiento junto a Paulina Ávalos, profesora de Enseña Chile que le hacía clases de matemáticas, comenzaron a hablar constantemente con ella y su madre para convencerlas de volver 

«Yo le estuve hablando todos los días a las dos. Les decía que hasta que no volviera a Colombia no dejara el colegio, que perder un año era mucho y que al menos avanzara», cuenta la profesora Paulina. Pasaron los meses y en medio de la incertidumbre, la madre de Laura consiguió un trabajo y lograron tener un pasar más estable. Se dieron cuenta que la posibilidad de volver a Colombia era escasa en el corto plazo y, junto con la insistencia del colegio para que volviera a clases, Laura retomó sus estudios en junio.  

«Ahora que volvió a clases la encuentro más motivada, se levanta temprano, hace tareas y me pide ayuda. Ya no le da vergüenza preguntar al profesor e interactúa más en clases. Le ha hecho bien volver», cuenta María Londoño, madre de Laura. Por ahora, la decisión de Laura y su madre es que termine este año estudiando en Chile. Más adelante verán si vuelve o no a Colombia 

La deserción es una realidad que, según los cálculos del Ministerio de Educación, podría afectar a 80 mil estudiantes durante este año debido a la pandemia. Laura tuvo la oportunidad de volver, pero no todos lo hacen. «La deserción no es solamente un número, es una realidad que se está viviendo  y cuando hay un profesor que está preocupado, que tiene su camiseta puesta por los muchachos, es más fácil. No hay que escatimar esfuerzos para que un estudiante siga en el sistema escolar», reflexiona Paulina Ávalos.  

Para ella, la clave para combatir la deserción es mantener esas altas expectativas y tener un fuerte vínculo con sus alumnos. «El vínculo entre profesora y estudiante es primordial porque cuando existe los chicos se comprometen contigo, aunque a veces su familia no esté muy alineada apoyando su educación. Tengo muchos casos de alumnos que estaban desertando, pero el vínculo hizo que se la jugaran por sus estudios. Cuando no hay vínculo no hay interés, pero cuando el niño tiene nombre, apellido, experiencia e historia es mucho más fácilTambién es primordial tener altas expectativas, el influenciarlos siempre a ser mejores y recalcar su esfuerzo. No son todos iguales, pero todos tienen un potencial que pueden aprovechar al máximo. Cuando crees en ellos se la juegan porque saben que estás ahí y que ellos se la pueden», concluye la profesora. 

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